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Testamento abierto o cerrado: diferencias

23 Octubre 2023
testamento abierto o cerrado

¿Hacer testamento abierto o cerrado? Hoy en Aurens te explicamos las diferencias entre ambos para que puedas elegir el enfoque que más te convenga cuando quieras dejar constancia de tus últimas voluntades.

¿Qué es el testamento abierto?

El testamento abierto es un documento legal que registra las últimas voluntades de una persona en relación con la distribución de sus bienes después de su fallecimiento.

Se realiza ante un notario público y suele involucrar a testigos. Este proceso garantiza la transparencia y autenticidad de las disposiciones testamentarias, así como su cumplimiento llegado el momento.

¿Quién puede ver un testamento abierto?

Un testamento abierto es un documento público que puede ser consultado por diversas personas bajo ciertas condiciones legales. Generalmente, pueden ver un testamento abierto el testador, su abogado, y el notario que autentica el documento. Después del fallecimiento del testador, el testamento se hace accesible a los herederos y a cualquier otra persona con un interés legítimo en la herencia.

 Además, en algunos casos, las autoridades judiciales pueden acceder a este tipo de testamento para resolver disputas legales relacionadas con la herencia. La naturaleza pública del testamento abierto garantiza la transparencia y la seguridad jurídica en la distribución de los bienes del testador.

Características del testamento abierto

Un testamento abierto recoge la última voluntad de una persona, lo que evita posibles disputas por su herencia cuando esta fallezca. ¿Cuáles son sus principales características?

  • Presencia de notario. El testamento abierto se otorga en presencia de un notario, quien supervisa el proceso y garantiza su legalidad y validez. Esto asegura que el testamento cumple con las leyes y regulaciones vigentes. También puede hacerse sin notario en casos excepcionales, como peligro de muerte o pandemia.
  • Última voluntad. En el testamento abierto, la persona que lo realiza deja constancia de sus deseos y disposiciones sobre la distribución de sus bienes. Puede expresarse de forma oral, haciendo el notario como transcriptor, o a través de un escrito de su puño y letra, o redactado por un asesor legal o un abogado experto en herencias, para que haya una comprensión clara.
  • Presencia de testigos. Además del notario, el testamento abierto generalmente requiere la presencia de al menos dos testigos, que certifican que la persona que realiza el testamento abierto está en pleno uso de sus facultades mentales y que lo hace de forma voluntaria. Si se hace sin notario, se requerirán al menos 5 testigos en caso de peligro de muerte y al menos 3 testigos mayores de 16 años en caso de pandemia.

El testamento abierto es legalmente vinculante y constituye una herramienta fundamental en la planificación de sucesiones y la protección de los derechos hereditarios, ya que permite que las últimas voluntades de una persona se ejecuten de manera justa y conforme a la ley.

¿Qué es el testamento cerrado?

El testamento cerrado es un documento legal que registra las últimas voluntades de una persona, pero que mantiene su contenido en secreto hasta el momento de su apertura tras el fallecimiento de la persona que lo realiza.

En el testamento cerrado, el testador presenta sus disposiciones de forma escrita y las entrega al notario en un pliego cerrado o sellado, o bien se cierra y sella ante el notario mismo, quien debe autorizarlo.

Este tipo de testamento se utiliza para mantener la confidencialidad de las decisiones del testador y garantizar que sus deseos solo sean revelados después de su muerte.

Características del testamento cerrado

En base a lo descrito, podemos resumir así las principales características del testamento cerrado:

  • Secreto hasta el fallecimiento. La característica principal del testamento cerrado es que su contenido se mantiene en secreto durante la vida del testador y sólo se revela después de su fallecimiento. Esto permite al testador expresar sus deseos de manera reservada y confidencial.
  • Presencia de notario. Aunque el contenido del testamento está oculto, el proceso debe llevarse a cabo ante un notario público, quien verifica la identidad del testador y la autenticidad del documento. Además, son necesarios al menos cinco testigos. Esto garantiza que el testamento cumple con las leyes.
  • Pliego cerrado o sellado. El testamento cerrado se presenta en un pliego cerrado o sellado, lo que añade un nivel adicional de seguridad y confidencialidad al documento. Solo el notario puede abrirlo después del fallecimiento del testador.

El testamento cerrado refleja las últimas voluntades del testador en relación con la distribución de sus bienes y otros asuntos relacionados con su herencia y, a pesar de su carácter secreto, las disposiciones testamentarias son legalmente vinculantes y deben respetarse una vez abierto el testamento.

Testamento abierto o cerrado, ¿cuáles son sus diferencias?

¿Cuál es la diferencia entre testamento abierto y cerrado? Como hemos visto, entre el testamento abierto y cerrado las diferencias se limitan, principalmente, a su confidencialidad. Mientras el testamento abierto se da a conocer ante un notario y testigos, el testamento cerrado no se da a conocer hasta el momento del fallecimiento. Es más, es muy posible que el propio notario desconozca su contenido.

Y, por otro lado, en el testamento abierto son necesarios, al menos, dos testigos. En el testamento cerrado, en cambio, son necesarios un mínimo de cinco testigos.

Entonces, ¿cuál me conviene más?

Si todavía no tienes claro si es mejor testamento abierto o cerrado, pregúntate si quieres que tus herederos conozcan tu última voluntad antes o después de tu fallecimiento. Ahí está la clave principal.

Aunque también es cierto que el testamento está pensado para evitar disputas por la herencia y, en ese sentido, cuando es el notario quien lo redacta, lo hará de una manera legalmente correcta e incluso podrá incluir ciertas cláusulas, lo que evitará que, llegado el momento, pueda ser impugnado por algún heredero que no esté de acuerdo con tus deseos.