¿Cuáles son los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido?

El proceso de duelo no solo nos afecta desde el punto de vista anímico. También pueden producirse ciertos síntomas físicos tras la muerte de un ser querido. Hoy en Aurens te explicamos cómo reacciona nuestro organismo ante una situación dolorosa.

Principales síntomas físicos tras el fallecimiento de un ser querido

Cuando fallece un ser querido, las personas atravesamos las fases del duelo, que se traducen en sentimientos y pensamientos, pero también en comportamientos y sensaciones físicas. Se trata de una respuesta natural de afrontar el duelo, por la que aparecen determinados síntomas después de la muerte de un ser querido. Veamos cuáles son los más habituales.

Fatiga prolongada y agotamiento

En ocasiones, cuando experimentamos la pérdida de un ser querido, tenemos una sensación de falta de energía.

Es uno de los primeros síntomas tras la muerte de un ser querido: debilidad, fatiga, agotamiento, sentimiento de pesadez…

Puede producirse incluso una debilitación del sistema inmune, haciéndonos más propensos a contraer infecciones o enfermedades.

Cambios en el apetito y en el sueño

Otro de los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido es el insomnio. Muchas personas tienen problemas para dormir cuando fallece un familiar cercano, ya sea por dificultades para conciliar el sueño o porque les resulta difícil permanecer dormido sin interrupciones. También se puede dar el caso de todo lo contrario: la necesidad de dormir demasiado.

Además de estos cambios en el sueño, también pueden producirse alteraciones del apetito o cambios en las rutinas de alimentación diarias. La inapetencia nos lleva a comer muy poco y, en consecuencia, a perder peso en poco tiempo. Igualmente, puede darse el efecto contrario: comer demasiado. Y, en algunos casos, pueden aparecer problemas digestivos: estreñimiento, diarrea, náuseas, dolor de estómago…

Estrés crónico

Otra expresión física del proceso de duelo es la aparición de dolores relacionados con el estrés. Puede producirse una sensación de ansiedad que se traduce en ataques de pánico, mareos, falta de aire y otras somatizaciones físicas.

Algunas personas sienten una intranquilidad extrema o no se concentran en una actividad y rápidamente necesitan pasar a otra.

Tensión muscular y dolores corporales

Los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido pueden llegar a hacernos sentir dolor corporal. Hay personas que sienten opresión en el pecho o en la garganta, dolores de cabeza, etc. En casos más graves, pueden producirse síntomas cardíacos. De hecho, hay estudios que aseguran que las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco u otro incidente de este tipo aumentan en las seis semanas posteriores a la pérdida de un ser querido. 

¿Cuál es la duración de los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido?

El proceso de duelo suele durar entre 6 y 12 meses, dependiendo de cada persona, por lo que, si los síntomas físicos se mantienen en el tiempo, será necesario ponerse en manos de un profesional especializado.

¿Cuándo es aconsejable acudir a un especialista?

El fallecimiento de un ser querido es una situación dolorosa y todas las personas atravesamos, en mayor o menor medida, un proceso de duelo cuando vivimos una circunstancia así.

Cada persona tiene sus tiempos para afrontar la pérdida de alguien querido, pero, si los síntomas emocionales y físicos se prolongan por más de 12 meses o nos llevan a pensamientos y situaciones muy intensas, seguramente estemos atravesando un duelo complicado, por lo que será aconsejable acudir a un especialista.

Recomendaciones para la prevención de los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido

Es fundamental escuchar a nuestro cuerpo durante el proceso de duelo. Los síntomas físicos tras la muerte de un ser querido son normales, siempre que ese malestar no sea intenso y prolongado, hasta el punto de interferir en nuestra vida cotidiana.

Para aliviar esos síntomas físicos que podemos sentir, debemos tomar medidas como:

• Mantenernos hidratados
• Consumir alimentos saludables y nutritivos
• Descansar lo suficiente
• Hacer ejercicio
• Apoyarnos en los demás

De esta forma, nos mantendremos saludables y en equilibrio, lo que nos ayudará a evitar en lo posible esos síntomas físicos que se pueden sentir cuando fallece un ser querido.

En cualquier caso, debemos prestarles atención y acudir al médico cuando sea necesario.